El mar guarda memorias. Lo que olvidamos en la arena no desaparece; se sumerge, se entrega a la profundidad y se mezcla con las corrientes. Los plásticos flotan como sombras, las envolturas rotas se deslizan entre los peces, hilos y fragmentos se enredan en los corales.

En el silencio sumergido, la vida marina confunde restos humanos con alimento, y la negligencia se transforma en amenaza. El mar devuelve. Cuando las aguas se calientan, las algas se desprenden de las rocas y emergen en la orilla, trayendo consigo aquello que intentamos ignorar.

Restos del consumo, olvidos, negligencias cotidianas. Entre las mareas, pruebas incontestables de la acción humana sobre el océano. Esta serie fotográfica es un registro de ese retorno: el viaje invisible de la basura, su desaparición y su reaparición.

Una travesía que revela la verdad que las olas no pueden ocultar. Lo que arrojamos al océano no se disuelve; solo sigue su camino — y regresa.